miércoles, 17 de mayo de 2017

Carta al skinhead que casi me pega

¿Te acuerdas de la primera vez que te enamoraste? Cuando amaste a esa persona, con la que juraste pasar toda tu vida, pero nunca se lo dijiste. Con quien podías hablar durante horas y bailar todas las canciones. Al lado de ella desaparecieron los silencios incómodos, porque con solo mirarla, te bastaba. ¿Y te acuerdas de cuando esa misma persona te rompió el corazón? Cuando te dijo que no sentía lo mismo, que había alguien más, que no estaba segura, que necesitaba un tiempo, que no eras tú, sino ella. Sé que fue el dolor más profundo de tu vida y lo entiendo, porque a mí también me pasó. Me pasó igual y me sentí igual de mal. Nos quisimos morir, ¿Verdad? Juramos nunca volvernos a enamorar; llamamos a nuestros amigos y nos emborrachamos en un bar; nos presentaron amigas y todas nos parecieron feas, así que nos volvimos a emborrachar. Yo sé que pasaban los días y no te volvías a sentir igual, porque a mí me pasó tal cual. Incluso pudimos estar en el mismo bar, tomando del mismo ron y escuchando la misma canción, porque no hay nada diferente entre tu amor y mi amor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario