Duermo con
medias. Me da más miedo el frío que el fracaso y no quiero acostumbrarme a este
clima. Callarme la frecuencia con la que recuerdo, la intensidad con la que
extraño y la vitalidad de mis intenciones de tenernos, ha sido lo más difícil
esto días. En la vida quiero todo menos que sea común y corriente sentir las
medias –digo- a medias. Porque ojalá esto que siento no fuera total y yo
pudiera andar por la vida conforme con la ausencia. No es así. En lo absoluto.
Pelear con lo que siento sería una guerra perdida, así que he decidido no
luchar.
Si algún día
sentimos el mismo afán; si algún día nos invade el mismo convencimiento de que
somos capaces; si algún día quieres más aviones; si algún día cantas mis
canciones; si algún día te hacen falta los chistes estúpidos, y si algún día
admitimos que lo fácil no suele valer la pena, voy a tener los hangares llenos.
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